El agua es un elemento importante en los suelos, ya
que en ellas se disuelven los nutrientes para que puedan ser absorbidos por las
raíces de las plantas, es también necesario para la germinación de las semillas
porque ablanda el tegumento o capa externa que lo cubre, dejando crecer las
plántulas.
La cantidad de lluvias que cae sobre la superficie del
suelo varía según las distintas regiones del planeta, ya que algunas zonas son
lluviosas, con abundantes ríos y lagos, en consecuencia la atmósfera esta cargada
de humedad, estas características son propias de las zonas tropicales y
subtropicales que se distribuyen a lo largo del Ecuador.
Donde además, la radiación del sol es intenso todo el
año, la disponibilidad del agua, la humedad, el calor favorecen el crecimiento
de las plantas, en las regiones templadas las lluvias se producen en
determinado períodos del año y las diferencias de temperaturas son mas
marcadas, según la estaciones, se observa un mayor desarrollo de los cultivos,
a partir de la primavera y el verano.
En las regiones más alejados del agua y los suelos,
fertilidad del Ecuador y mas cercanos a los polos, la temperatura son bajas
casi son menos caudalosas, es decir, tienen menos aguas, en invierno pueden
llegar a congelarse. La vegetación, está representada por pocas especies, muy
adaptadas a las condiciones inhóspitas.
En las regiones desérticas o semidesérticas donde
escasea el agua, se desarrollan unas vegetaciones escasas de plantas, existen
los cactus, que tienen tallos carnosos donde almacenan el agua, las hojas
pequeñas como espinas para evitar las pérdidas del agua por transpiración,
también existe el espinillo.