Ya sea como fertilizante orgánico mezclado con la
tierra, como alimento para las lombrices del compost, para formar compostaje
tradicional o como ahuyentador de caracoles, babosas, y mosca blanca del
jardín, el café tiene diferentes utilidades en el jardín.
1. Enriquece la tierra:
Abonar junto con compost regularmente mezclándolo con
la tierra, puede reducir la necesidad de abono convencional.
También es efectivo echar directamente los restos o
posos del café, seco, sin humedad, alrededor de las plantas, tanto en macetas
como en jardines superficies más amplias.
El resultado será un fertilizante que funciona como
cualquier otro abono orgánico, que no acidifica la tierra en exceso.
2. Alimentar a las lombrices del compost:
Obtendremos un compost más rico si agregamos lombrices
y, entre otros nutrientes.
Bastará con añadir un poco cada semana, cuidando no
excedernos ni con los residuos del café, ni con otros restos que pudieran
acidificar mucho el medio.
3, Fertilizante líquido:
Mezclarlo al café, con agua y dejarlo reposar durante toda
la noche. Obtendremos un fertilizante líquido que podemos aplicar a modo de
riego o aplicándolo directamente pulverizando, en tallos y hojas.
Especialmente para aquellas que son acidófilas, como
Azaleas, Jazmines, Hortensias, Camelias, Acer, Astilbe, Erica, entre otras.
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