Cultivar tu propio bonsái, y mantener no es una tarea
imposible de realizar ya que cualquier persona, lo puede hacer eso si requiere
de muchas paciencia y dedicación en la educación del bonsái, ya que es el árbol
el que hace todo el trabajo, crecer y madurar en un medio artificial rígido por
un ser humano, que como tal cometemos errores o equivocaciones, por nuestras
ansiedades.
El objetivo es mostrar y difundir que cultivar tu
propio bonsái es un arte lleno de vida, llega al corazón de cualquier persona,
y que no es exclusivo de la cultura japonesa, si deseas cultivar tu propio
bonsái, los que debes tener en cuenta la importancia y la concentración de uno
y el pensamiento para ver la obra.
Además, es fundamental conocer la esencia de la planta
para que, a merced de la inspiración, que las manos se muevan al ritmo que
marca el espíritu, la única regla que debe respetarse a ultranza es mantener la
forma que la planta tendría en su habitad natural y recordar que la naturaleza
no sigue normas fijas.
Porque aferrarse estrictamente a los códigos que
regulan cada uno de los estilos, nos permitirá lograr un bonsái técnicamente
perfecto, pero sin vida. Ya que la misión es ser un gran artista no es copiar
lo que ve, sino recrear la obra, debe tener un habito de vida, en su periodo de
educación del bonsái, llamado seishi.
Es aquel en el que se le da forma al árbol mediante la
poda, las hojas y las ramas, la forma del bonsái, se obtiene no solo con la
poda, sino también mediante la aplicación de alambres retorcidos de diverso
modo en torno al tronco. Además, en caso de que se quiera robustecer el tronco
en la base para conferirle un aspecto más antiguo.
Se ata un hilo de aluminio algo por encima del nivel
del suelo, de modo que la porción inmediatamente superior se hinche y aumente
de tamaño, y se produzca un engrosamiento en la base y así a disfrutar de un
bonsái más añejo.
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