La cola de burro o cola de borrego, Sedum morganianum,
es una suculenta perteneciente a la familia de las Crasuláceas. Es originaria
de México y resulta muy fácil de cultivar. Queda muy decorativa si la usamos en
cestas colgantes pues es una plaza que no tiene el tallo erecto y tiene una
bonita caída. Se cultiva en interior precisamente por esa vertiente decorativa.
Sus hojas son casi cilíndricas y de un color verde o
verde grisáceo. Es muy resistente y para su cultivo precisamos un suelo típico
de las plantas de su familia. El sustrato para cactus será la opción más
sencilla, aunque podemos preparar nuestra propia mezcla con sustrato universal,
perlita y arena a partes iguales. Ya la cultivemos en maceta o en el suelo debe
contar con un buen drenaje, sus raíces se pudren con gran facilidad por el
exceso de humedad.
Aunque le gustan los ambientes luminosos no tolera
bien el sol directo que la reseca en exceso y le hace perder ese bonito color
verde que la caracteriza. Le aportaremos fertilizante dos o tres veces al año.
Cuando nuestro Sedum ya haya crecido mucho precisará que la cambiemos a una
maceta mayor. De todos modos, es conveniente cambiarla de maceta cada dos años
aproximadamente para renovar el sustrato.
Podemos aprovechar el trasplante para dividir la
planta, durante esta operación seguro que además se desprenderán algunas hojas.
Éstas nos sirven para reproducirla por esquejes de hoja, tienen una gran
facilidad para enraizar. Ya la cultivemos en el suelo, en maceta o en una cesta
colgante nos dará grandes satisfacciones por su facilidad de cultivo, bajo
mantenimiento y por su alto valor ornamental.
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